Una de las preguntas más frecuentes respecto a los muros de construcción para estudios de grabación es el tipo de materiales que funcionan mejor. El tema es ciertamente complejo debido a que varía dependiendo la necesidad de cada lugar. En los estudios de grabación de mediados de los 60’s y principios de los 70’s las salas eran acondicionadas y rellenadas con materiales super absorbentes. Las grabaciones resultantes sonaban secas y un poco opacas, pero muy ricas en otros matices como profundidad y cuerpo. Los procesos de mezcla de tracks en “control rooms” con esos ambientes por lo general se realizaba con campos sonoros apagados y sin vida, pero un buen productor musical sabía sacarles provecho en el resultado final, ofreciendo instrumentaciones 100% naturales y orgánicas.

En general, las salas de grabación y los control rooms deber estar aislados lo más posible de los ruidos externos por lo que deben ser acondicionados en su interior para capturar grabaciones cristalinas y realizar mezclas a detalle. Existen materiales absorbentes y herramientas que ayudan a mejorar la acústica de las salas de grabación, corrigiendo reflexiones, ondas estacionarias y reverberación excesiva. En las esquinas de las salas pueden colocarse trampas para bajos que ayudan a reducir frecuencias bajas, así como también difusores especiales para mejorar la acústica natural, conforme a las necesidades de cada espacio.

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